Núria Gros Carmona: «Los niños y las niñas están mucho más capacitadas para la autosanación, porque en general están mucho más cercanas a la salud que los adultos y adultas. Por eso la expresión emocional de un niño o una niña y sus indicadores de malestar son mayores que en los adultos y adultas, porque generalmente están más sanos y más sanas. Hay vivencias que nos van impactando y cerrando emocionalmente (juicios, expectativas…) que hacen que generemos una coraza y unos mecanismos de defensa. Estos aunque nos sirven de protección no nos permiten ser nosotras. Cuando hay un espacio donde poder ser, donde hay una aceptación real y genuina, entonces se puede dar un proceso de autosanación.»